Esto es como una receta de “cocina fácil” pero para cazar el Jabalí sin mucho esfuerzo. Para preparar un buen cebadero de Jabalí necesitaremos los siguientes ingredientes:
- 1 azada.
- 1 depósito de agua.
- Varios kilos de maiz.
- Unos litros de gasoil.
Las cantidades de los ingredientes dependen de la magnitud del cebadero y es importante escoger una buena localización para la instalación; un sitio algo inaccesible.
El depósito de agua se entierra y llena de agua para asegurar el suministro a los jabalies que acudan al lugar atraidos por el olor a gasoil, que se se depositara en unos charcos preparados directamente sobre la tierra. El maiz se esparce por toda la zona para hacer mas atractivo el emplazamiento al Jabalí. Cuando ya esta todo preparado solo nos queda esperar agazapados y disparar a bocajarro sobre los visitantes que vengan a hozar aquí.
En esta entrada vamos a hablar de las monterias y las esperas del Jabali
El acecho, aguardo o emboscada, la más común de las técnicas requiere
paciencia, resistencia a las inclemencias climáticas y, por sobre todas las
cosas, no es para personalidades ansiosas.
El acecho, el tópico que nos preocupa hoy, consiste en algo más que apostarse
en el primer lugar de nuestro agrado, esperando que la suerte nos regale un
padrillo de aquellos. Aguardar exige del cazador saber como, cuando y dónde
apostarse, y en particular como sobrevivir las condiciones del aguardo, que
puede ser prolongado, en ocasiones bajo condiciones climáticas adversas.
No cualquier lugar es bueno para armar un apostadero. Hacerlo, por simple que
parezca, tiene sus secretos. No menos importante es el poseer una noción cabal
de cuando y hasta cuando apostarse. A esto se le suma el hecho de que el jabalí
es capaz de desplegar una asombrosa cantidad de trucos para evitar caer en una
emboscada, trucos y mañas que el cazador debe conocer para poder anticipar sus
movimientos y evitar el esquinazo